martes, 30 de agosto de 2011

Capitulo 45: ¿Quién anda ahí?

Empecé a despertar y escuche que estaban como discutiendo
Jeny: ¿Qué pasa?
Mi hermano Edward me bajo lentamente
Edward: que este individuo no me deja llevarte conmigo
Jeny: ¿Qué te metes Kaulitz?
Bill: pero si no conozco a este tipo, no te iba a dejar que te llevara, estabas inconsciente ¿Y si te hacia algo?
Jeny: no me va a hacer nada, ¿ok? Vámonos ¿Quieres?
Y desaparecimos, Bill pega con su puño un fuerte golpe en un árbol
Kat: ¡Vez! Eso es lo que obtienes, por querer ayudar a chicas como esas
Bill: no me molestes
Kat: pero si yo misma te lo advertí
Bill: déjame solo
Bill desapareció y a los pocos instante lo mismo hizo Kat
Dall y Tom:
Tom: ¡Sabes! Mejor vete, antes de que me arrepienta
Dall: Uish!

Dall Hizo una palmada arriba de su cabeza y desapareció, Tom se acostó y lanzo un leve suspiro, a los pocos instantes aparece Bill
Tom: ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me gusta que invadan mi privacidad?
Bill: lo siento pero es que tengo mucha rabia
Tom: (suspira) -¿Qué pasa ahora?
Bill: que la mocosa esa, nadie la entiende, permite que la bese y luego me odia ¿Qué le pasa?
Tom: pero ¿Por qué te importa tanto esa estúpida? Puedes tener a la que quieras
Bill: no, yo no quiero a otra, yo la quiero a ella y como sea será mía
Tom: Te desconozco…
Bill: no me vengas a fastidiar tú también ahora, es a ella a la que quiero y como dé lugar tiene que ser mía
MIENTRAS:
Louis: ¿Dónde estaban?
Jeny: salimos a caminar ¿Por qué?
Louis: sabes que es muy peligroso
Jeny: no quiero estar todo el tiempo aquí encerrada
Louis: tienes que estarlo
Jeny: ¡NO! No porque ustedes tuvieron diferencias las tengo que pagar yo, (luego le grita) –ya me estoy Cansado del mismo cuento ¡Ya no aguanto! Déjenme en paz…

Salí corriendo
Louis: ¡REGINA!
Edward: déjala Papá
Louis: ¿Crees que he exagerado?
Edward: así es (suspiro) –me iré a dar una ducha
Louis: ve tranquilo
Se quedó mirando hacía le dirección en la que me había ido, soltó un leve suspiro y camino hacía mi habitación, dio un tocó leve, diciendo mi nombre “Regina” luego “Regina abre por favor”
Jeny: ¡LARGATE! (llorando) –quiero estar sola
Louis: yo solo quiero pedirte disculpa, sé que no fue una linda forma de decirte las cosas, pero por favor, no te enojes conmigo yo solo no quiero perderte (agacha la cabeza) –no de nuevo (suspira)
Abrí la puerta
Jeny: (sniff) – ¿de verdad?
Louis: es así…
Lo abrase y el extrañado pero muy conmovido lentamente también me abrazó y luego muy seguro me aferro a él, como si quisiera demostrarme que de verdad no quería perderme, este afecto es extraño pero muy lindo, creo que nunca lo sentí con mis padres
MIENTRAS TANTO…
X1: ¿No se te hace raro que Jeny no ha llamado?

X2: debe de estar pasándola muy bien, no te preocupes
X1: mira que no sé, ella siempre llama en estos casos para pedirnos dinero
X2: ya tranquila, eso debe ser que se quiere independizar y ha conseguido trabajo
X1: bueno sí tú lo dices, (no muy convencida)
Por otra parte…
Eran las 12: 30 de la noche y no lograba dormir nada, camine hasta la habitación de Leysi y la sacudí un poco
Jeny: (susurrando) –Ley, ¿Estás despierta?
Leysi: ¡Hm!
Jeny: (susurrando) –Ley (la sacudo suavemente) –Ley, no puedo dormir
Leysi: ahora no mamá
Me senté al borde de su cama, suspire profundo
Jeny: ¿Y será qué? (sonrisa de mala)
Me fui a mi cuarto
Jeny: Ok Jen, Estás rodeada del miedo y por eso no te sale el hechizo, (suspiro)
Junté mis manos enzima de mi cabeza y desaparecí, luego aparecí en una colina no muy lejos del río, que hermosa estaba la luna, estaba muy grande y justo sobre mí,

era lo más hermoso que había podido contemplar, la brisa era muy fría, yo tenía un abrigo muy lindo, no hay de estos en donde vivo pero era cómodo y caliente, traía unos Jeans y mis tenis, por alguna razón no me había preocupado por comprar o pedir unos, pero los miré fijamente y creo que ya necesito otros…
Estaba tan concentrada, me había quedado dormida…
En el sueño:
X: ¡Mátala!
estaba en el medio de dos hombres, mi corazón latía a mil por segundo
X: ¡QUE LA MATES TE HE DICHO!
Miré al otro hombre, al que le daban la orden, miré sus ojos y pude sentir su miedo
X: ¡Lo haré yo!
El otro me apuntó con su barita, mi lágrima corría lentamente sobre mi mejilla, del otro lado escuché que el otro hombre gritaba
X1: ¡Déjala! NO
su lágrima corría por su mejilla e intentaba correr a mí, como sí quisiera salvarme pero algo lo detenía, no se podía mover, cuando el otro hechicero lanzó su hechizo, me desperté de repente y sentía a alguien venir
Jeny: ¿Quién anda ahí?

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